Calentamos el horno a 160º con calor arriba abajo. Batimos la mantequilla con el azúcar y la ralladura hasta obtener una crema suave. Agregamos las yemas de huevo una a una mientras seguimos batiendo, el requesón, el zumo de limón y la pizca de sal.
Espolvoreamos la harina unida a la levadura tamizadas y unimos todo hasta tener una crema homogénea. Por último, mezclamos con cuidado las claras de los tres huevos montadas a punto de nieve.
Vertemos la masa en un molde engrasado de entre 20 y 23 centímetros como mucho y horneamos durante unos 45 minutos o hasta que comprobemos con un palillo en el centro de la tarta que está hecha.
Sacamos del horno, dejamos reposar cinco minutos antes de desmoldar y esperamos que la tarta se enfríe antes de servirla. Con frutas, helado o confitura casera resulta una delicia.