Empezamos batiendo la mantequilla, el azúcar y la esencia de vainilla hasta obtener una crema ligera y esponjosa. Añadimos el huevo y mezclamos bien, rebañando las paredes del cuencohacia abajo para asegurarnos de que todos los ingredientes se incorporan.
Tamizamos el resto de ingredientes y los agregamos a la crema anterior en dos o tres tandas. Mezclamos con la batidora o a mano hasta que se forme una bola suave de masa. La ponemos en un cuenco, lo cubrimos con papel film y lo introducimos en el frigorífico media hora.
Mientras tanto, precalentamos el horno a 170ºC y forramos dos o tres bandejas de horno con papel de hornear. A continuación, mezclamos el azúcar molido y la canela en un cuenco, para recubrir las galletas antes de hornearlas.
Cortamos la masa en trozos del tamaño de una nuez, formamos bolitas y las pasamos por la mezcla de azúcar y canela, asegurándonos de que queden bien recubiertas. Las ponemos en las bandejas bien separadas y las horneamos unos 12-14 minutos.